Ergonomía Laboral

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Autor:Alcandra Rodríguez
Fecha:2019-05-24
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¿Después de estar mucho tiempo sentado en tu trabajo, te duelen los hombros, el cuello, la espalda o las piernas?, esto se debe a que optamos generalmente una mala postura o no es la más adecuada para realizar nuestras actividades laborales.

Uno de los problemas más comunes en Salud Pública son las alteraciones musculoesqueléticas, que aparecen en forma de dolores musculares, provocados normalmente por el hábito de adoptar malas posturas, que desde muy temprana edad se adoptan de manera inconsciente.  Hay que actuar antes de que se produzcan daños a la salud, por ello hay que dar importancia al plan de prevención y mejora de las condiciones de trabajo como la ergonomía laboral. (Montiel, 2012).

¿Y si las condiciones de trabajo no son las adecuadas o no son ergonómicas?

Si las condiciones del trabajo no son ergonómicas o estamos en constante exposición a algún factor de riesgo debemos de tener cuidado ya que podemos entrar en un riesgo laboral. Los factores de riesgo ambientales o del entorno del trabajador pueden aumentar la probabilidad de sufrir un trastorno musculoesquelético.

Los trastornos musculoesqueléticos

Los trastornos musculoesqueléticos (TME) de origen laboral son alteraciones que pueden afectar los músculos, articulaciones, tendones, ligamentos, nervios, huesos y el sistema circulatorio, causadas o agravadas fundamentalmente por el trabajo y los efectos del entorno en el que éste se desarrolla. La mayor parte de los TME son trastornos acumulativos resultantes de una exposición repetida, durante un período de tiempo prolongado, a distintos factores de riesgo (Fernández, Fernández, Manso, Gómez, Jiménez & Coz, 2014).

Cuando nuestro cuerpo pasa muchas horas en una sola posición ya sea sentado o parado y no es la más adecuada, sufre adaptaciones que podrían convertirse en acortamientos de varios músculos del cuello, espalda baja, pierna, etc., que coloquialmente se conocen como contracturas musculares, estas pueden llegar a provocar dolores intensos de cabeza o limitación de algunos movimientos o actividad debido al malestar que puedan llegar a provocar.

También podemos encontrar las irritaciones y compresiones nerviosas como la ciatalgia, inflamación de los tendones de la mano, muñeca, codo por movimientos repetitivos o por posiciones prolongadas frente a la computadora o el mouse.

¿Cómo prevenir los trastornos musculoesqueléticos de origen laboral?

Podemos empezar corrigiendo nuestra postura dentro de nuestra área laboral tomando en cuenta las siguientes recomendaciones.

A la hora de cargar objetos que estén en el piso debemos agacharnos completamente sin flexionar la columna, pegar el objeto lo más que se pueda al cuerpo y de ahí levantarlo, o si el objeto está en alto tratar de subirnos a un banquito para estar a la altura necesaria para alcanzarlo.

Al estar mucho tiempo de pie es importante que nuestra columna siempre esté derecha y tener un banco cerca para poder descansar cada pierna y evitar balances que podrían causar algún desbalance muscular.

Si nuestras posturas en el trabajo son por periodos largos también es recomendable realizar un programa de pausas activas.

Pausas activas

Los programas de pausas activas en el trabajo, incluyen una rutina que generalmente incorpora movimientos articulares, de estiramiento de los diferentes grupos musculares, como son cabeza y cuello, hombros, codos, manos, tronco, piernas y pies con el objetivo de prevención de dolores musculares (Revista Cubana de Salud Pública. 2011) Es importante realizarlas cada 2 horas, mínimo 5 minutos.